CAPITULO VIII. Reuniones en Carcasone

El día comenzó muy temprano, tras las emociones del día anterior, tenían ganas  de continuar con su misión. Domingo necesitaba pasar por Mirepoix para la inauguración del hospital, fechado para el miércoles y continuar viaje hacia Fanjeaux. Richard llevaba varias semanas encargado de toda la administración del monasterio y de guiar la orden, era el momento de ascenderle. Domingo iba a tener que viajar  mucho durante estos meses y su concentración estaría encaminada al Informe Final. La orden necesitaba una persona que atendiera a la comunidad y se preocupara de los problemas diarios. Ademas se necesitaba expandir la orden hacia la zona de Foix, así como la rehabilitación de la Abadía de Lagrasse. Últimamente había aumentado el numero de novicios y el antiguo clero estaba ayudando bastante en la reforma que se estaba llevando a cabo. Los párrocos que continuaban en la antigua linea eran reubicados en zonas mas urbanas, bajo el control de sacerdotes mas enérgicos y con cierto renombre, que controlaran sus movimientos y reconducieran su actitud. Por ello Domingo tenia que saber delegar en sus colaboradores, el buen funcionamiento de la Orden dependía de tener un líder espiritual como él, pero ademas saberse rodearse de buenos colaboradores. Y Richard era uno de ellos.

En el caso de Pierre era distinto. La necesidad de adelantar trabajo durante el invierno venía condicionado por la reunión con los perfectos en la primavera y el poder organizar con Elisée su boda. La redacción del documento sobre los cátaros no sería aprobado instantáneamente. Conociendo los protocolos de la Iglesia se esperaría un periodo de tiempo suficiente para comprobar que dicho informe estaba siendo llevado en la práctica, valorando en unos 15 años. A partir de hay y a través de un Concilio Ecuménico se dictaría una Bula por la cual la comunidad cátara se incluiría dentro de la Iglesia. Siendo optimistas podían pasar cerca de 20 años hasta ver finalizado su misión. Estaba claro que lo difícil era el principio, luego su trabajo sería de control y supervisión, con reuniones periódicas y redacción de pequeños informes para testimoniar el camino que se estaba siguiendo. El buen hacer de todos haría que se llegará a buen fin por el bien de todos.

Por eso ,durante estos meses, el trabajo de Pierre y Domingo se encamino a visitar distintas comunidades donde el pasado cátaro estaba todavía presente. Dialogar con las personas de los pueblos para saber más de ellos, los beneficios que sobre la comunidad se realizaban, los problemas que se habían tenido con la Iglesia, en definitiva conocer sobre el terreno el por que se había llegado a una situación como la actual y como podía reconducirse por el bien de todos. Los viajes no eran sencillos, no solamente los traslados eran pesados y en muchos casos largos, sino la incomprensión de las personas hacia su trabajo, con cierto rechazo, así como la poca colaboración, hacía que en ciertos momentos el animo de los dos decayera. Lo bueno de todo esto eran los días que aprovechaban para descansar. Pierre visitaba a Elisée, paseaban y charlaban con ella. Eran breves encuentros, pero suficiente para animarse y volver a la rutina diaria. Esto servia para afianzar la relación entre los dos, así como ir planeando cosas futuras. La ilusión era grande y se notaba en todo lo que les rodeaba. Así fueron pasando los meses.

El invierno fue duro, el tiempo no ayudo, con fríos y nevadas por la zona. La Navidad fue la mas blanca de los últimos años. Domingo invito a Sebastian y a Elisée a pasarla en Fanjeaux, pero problemas en Lagrasse hicieron que la pasaran en la Abadía. Allí coincidieron con Esclaramonde. La verdad que fueron unos días entrañables, donde el tiempo parecía que se había detenido. Cada uno de los protagonistas tenían motivos para no querer que pasara ese instante. La Abadía iba bastante avanzada para los fríos que se estaban produciendo, la colaboración de la comunidad era importante y lo que al principio iba a ser una simple reconstrucción se había ampliado a un pequeño albergue de peregrinos, que podía hacer las veces de hospital. Sebastian había recorrido muchas leguas para reunirse con los otros perfectos supervivientes e informar de la reunión de primavera. La verdad que todos estaban deseando que llegara dicho día. Por eso cuando se despidieron se citaron en Carcasone. Aunque los pequeños encuentros se seguirían produciendo, podía ser la ultima vez que se vieran los cinco en el mismo lugar. Fueron tres días de enorme felicidad. Elisée se quedo con Esclaramonde en Lagrasse, mientras que Domingo, Sebastian y Pierre marcharon hacia Pluivert. No había tiempo que perder.

Los días anteriores a la reunión fue un continuo trajín para los participantes. Todo estaba dispuesto en la Ciudadela de Carcasone para dicho evento. Pierre como buen diplomático había redactado un documento con una planificación de los puntos a tratar, así como la organización de sesiones y debates. La idea era estar mas o menos una semana, con ideas claras y que hicieran una reunión productiva. Para ello se había preparado una pequeña recepción el día 19 de marzo para informar a cada uno de los miembros de cómo se desarrollaría todo. Querían que fuera muy dinámico todo y participativo, pero con avances importantes en cada sesión. Ir pasito a pasito pero con ideas claras. Que al finalizar los días salieran con un propósito cada uno que tratar con cada una de sus comunidades.

En los días anteriores fueron llegando escalonadamente los invitados. Primero los Condes de Tolouse acompañados de los Condes de Foix. Por la tarde el obispo Paul con el delegado papal, y casi anocheciendo Esclaramonde, Elisée y Pierre, que las acompañaba en su viaje desde Lagrasse. Los últimos en llegar fueron Sebastian y Domingo que habían estado visitando la zona de Fanjeaux, enseñando el monasterio y la labor que estaban llevando los dominicos a la zona. Les acompañaban cinco perfectos de diversas comunidades del Languedoc. Faltaban dos perfectos, los cuales ya mayores habían delegado en el resto.

En total eran dieciséis las personas asistentes a la reunión. Todo estaba preparado y después de la comida Pierre expuso a los asistentes  el funcionamiento de las sesiones, el numero de ellas y el tiempo marcado para cada tema. Se eligirian un moderador y un secretario para cada una de ellas, no pudiendo ser los mismos durante las 5 primeras sesiones. Aquellos que no supieran escribir en latin o provenzal no estarían obligados a la secretaria. El turno de palabra se establecía en una replica y una contrareplica, realizando el moderador una votación para los temas mas discutidos. Los temas a tratar en una sesión serían indicados al finalizar la sesión anterior, comenzando el primer día con la situación actual del Languedoc, la comunidad cátara, su problema con la Iglesia Católica y el daño producido por la Cruzada Albiguense.

En días sucesivos se irían hablando de la idea de inclusión en la Iglesia de los cátaros. Para ello se había pensado en pasar a los cátaros como Orden Mendicante de los Hombres Buenos y tendrían que definirse temas como la creencia en Dios, Jesucristo y el Espiritu Santo, las escrituras que han de seguirse, la señal de la Cruz, la autoridad del Papa, la figura del perfecto dentro de la Iglesia y de su Orden, el Purgatorio, los sacramentos, la costumbres cátaras y sus rituales, su vestimenta y vida cotidiana, para finalizar con el problema de la herjía.

Las sesiones fueron interesantes, en ellas apareciendo temas de debate y discursion entre los participantes. Los periodos de descanso servían para reflexionar sobre los problemas que se habían planteado y pensar que soluciones se podrían dar. Cada sesión empezaba con una pequeña reflexión sobre la anterior, apuntando ideas concretas que se anotaban en el documento de sesiones. Hubo momentos de tension debido a alguno de los conceptos que se trataron. La obediencia al Papa , así como el protocolo de su elección, la sucesión y ascenso en el colegio cardenalicio trajo tensiones entre los participantes. Bien defendido por el delegado papal, y contrarestrado por Joan, uno de los perfectos mas jovenes de la comunidad de Lastours.

Pero no fue el único, las sesiones mas complicadas fueron cuando se trabajo las costumbres y modo de vida cátara. Había que retocar para poder incluirse en la Iglesia. Orar, ayudar y predicar eran palabras muy presentes en la vida cátara, y eso era un principio importante. El celibato era una virtud que gustaba al clero para la alta jerarquía, pero el papel de la mujer no terminaba de convencer. Para los cátaros era un puntal en su filosofía. La presencia de Esclaramonde lo atestiguaba, y fue una dura participante en dicha sesión. Aun así el dialogo fue la nota predominante en todos los debates. En pocos momentos saltaron chispas entre los participantes. Para los últimos días se dejaron temas como el Consolamentum y la Endura. Mas fácil fueron temas como la vestimenta, el lugar de acogida de la Orden y la relación con la comunidad.


Fueron días intensos, en donde había poco tiempo para relacionarse con el resto. Pierre y Elisée siempre sacaban breves momentos para poder charlar y pasear. A Pierre le encantaba agarrarla de la mano y apretarla con fuerza. Fueron definiendo los tiempos que tenían que ir pasando hasta por fin convertirse en marido y mujer. Pierre la comento lo contenta que se pondría su madre Blanca, y lo que la gustaría el territorio donde estaba ubicado el Condado de Puy. Tenia pensado comprar alguna hacienda abandonada durante la cruzada y arreglarla para poder pasar tiempo en el Languedoc, sobre todo los veranos, mucho mas fresquitos que en la zona central de Francia. Esperaba tener tiempo para poder charlar con el Conde de Tolouse y que le ayudara en dicha misión.

Tenía algunas ideas de sus numerosos viajes por el País Cátaro, pero aun así quería el permiso de Raimond. A el le gustaba Puivert, el castillo estaba casi destruido y podía ser una plaza importante para la política del Conde. Elisée asintió con la cabeza, estaba cerca de Lagrasse para poder mantener contacto con Esclaramonde y ademas durante el viaje podría visitar a familiares y sobre todo a su hermano. Elisée ademas no es nada ingenua y sabe que el Informe Final solo es el principio de un largo periodo hasta que los Cátaros sean definitivamente aceptados por la Iglesia, por lo tanto Pierre tendrá que seguir observando el proceso de aceptación. En ese momento Pierre propone a Eliseé la celebración de la boda para Mayo de 1216 en el Castillo de Puy. Explico el por que de la fecha a Elisée y esta emocionada le beso con fuerza. Le pareció perfecto, y mientras tanto ella se quedaría como habían planeado en el Castillo de Carcasone con la hermana del Conde. De esa forma estaría cerca de el, podría visitar a Esclaramonde y ademas iría aprendiendo las costumbres de la nobleza del Languedoc y las nuevas modas traídas desde Paris.

El final de las sesiones trajo un día de calma para todos. Isabel había preparado un exquisito ágape,  para que el regusto de la comida quedara en las mentes de los participantes. Todos alabaron el gusto de Isabel en la realización del menú y en el acompañamiento que tuvo. La verdad que después de una semana todos tenían ganas de volver a sus quehaceres. Pierre se había dedicado ha redactar copias reducidas de los documentos de cada sesión. Necesitaba que tuvieran un guion para trabajar durante los próximos meses. La verdad que no se puso una fecha para una nueva reunión, todo dependería de cómo cada uno de los presentes interpretará las ideas y como las desarrollara. Si todo iba por buen camino la simple supervisión entre los participantes sabrían del éxito o fracaso de la misión. Aun así se informo que si fuera muy necesario en el verano próximo año podría fijarse una nueva reunión en la Abadía de Lagrasse, coincidiendo con el final de todas las obras que se estaban realizando. Todos tenían bastante prisa, así que en cuanto acabo la comida fueron despidiéndose los unos de los otros.

Los primeros en marchar fueron los perfectos, habían quedado en una hacienda camino de Lastours, para definir y concretar un poco mas los pasos a tomar. Sebastian se abrazo a Elisée y la dio un beso en la mejilla, sabía que el camino elegido era de total felicidad, pero traería sus dificultades. Su pasado cátaro estaría muy presente entre la población, y aunque esto era entendible en el Languedoc, no estaba tan bien visto en el resto de Francia. Elisée dejo escapar unas lagrimas por su mejilla izquierda. Era la primera vez que se separaban tanto tiempo, y eso la llenaba de tristeza. Sebastian la consoló y la animo, siempre estarían cerca. Pierre se acerco y saludo uno por uno a todos los perfectos, dando un fuerte abrazo a Sebastian. El conde de Tolouse y Domingo les acompañaron hasta la puerta. Después de apurar el ultimo sorbo de su cerveza el Conde de Foix y Clarise tambien se despidieron, aprovecharon el momento Domingo, Paul Ollande y el delegado papal. Todos iban camino de Fanjeaux, los primeros para seguir hacia Foix y el resto para descansar en el Monasterio. El Obispo estaba muy interesado en visitarlo, así como el hospital de Mirepoix, y enseñárselo al delegado. Era importante que la información se le diera al Papa Inocncio III con grandes detalles, y ver el trabajo de los dominicos y su avance en el Languedoc, era muy importante. Esclaramonde saludo a su hermano y cuñada con gran efusividad, anteriormente había sido bastante fría con Sebastian y deseaba poder exteriorizar su afecto por alguien. Todos rieron por las ocurrencias de Raimond Roger, el cual había dado las notas de humor durante la semana. La verdad que era una cualidad que Pierre había descubierto del conde que le agradaba. Formaban un buen grupo, ya que a los Condes le acompañaba un pequeño séquito para poder viajar con seguridad.

Al final se quedaron Esclarmonde, los Condes de Tolouse , Pierre y Eliseé. Entonces llego Leonor, la hermana pequeña de Raimond. Era de una edad similar a la de Elisée. Su esposo se encontraba de viaje en Normandia. Era de origen ingles, y estaba en misión diplomática. Después de la batalla de Bouvines Juan Sin Tierra le había nombrado delegado ingles de sus territorios. Enrique, que era su nombre, viaja bastante debido a su nuevo cargo. Procedente de la nobleza, había abandonado todo por amor tras un Torneo de Justa en Aquitania, en el cual participó Enrique y Raimond. Raimond la presento a los demás. Tras los saludos pertinentes, todos volvieron a sentarse y a dialogar sobre los días pasados y los que tenían que llegar.

Los Condes se retiraron para descansar un rato antes de la cena, y Pierre aprovecho para invitar al resto a un paseo por los pequeños jardines de la Ciudadela. Esclarmonde y Leonor entendieron que los enamorados quisieran estar solos, por lo que con una sutil excusa se quedaron en el castillo. Esclarmonde quería informar a Leonor de las características de una mujer cátara, para que ella fuera introduciendo poco a poco a Elisée en su nueva vida. Tenían mucho que charlar. Elisée y Pierre rieron y se levantaron para comenzar su paseo.

Durante el paseo hablaron de muchos temas, se notaba que Elisée había estado toda su vida preparada para ser perfecta, pues muchos de los temas que se trataron fueron la primera vez de los que tenia información. Por eso su atención en dichas sesiones mas que participación. Piropeo a Pierre por la facilidad de palabra que tenia, ademas de su don diplomático. Pensaba que la gente no solamente le escuchaba con atención, sino que confiaba en sus palabras. Fueron cambiando de temas según iban avanzando por las callejuelas de la Ciudadela. Pierre la llevaba de la mano, lo que cada vez le gusta mas a Elisée. Este la explico que durante unos meses no tendría mucho tiempo para pasarse por Carcasone. Tenía que acompañar a Domingo primero a la zona pirenaica, visitando luego el limite con el Ducado de Gascuña. Tenían que aprovechar estos meses primaverales para que durante el verano se empezaran a llevar a cabo algunas de las medidas que tenían en mente. La dureza del clima en esa región hacia que el tiempo jugara en contra de ellos. Y no solo el tiempo, el terreno tampoco ayudaba, muchas de las vías de comunicación habían desaparecido durante estos últimos años.

Querían visitar Montsegur en su viaje hacia Sant Lary, una de las comunidades cátaras mas importantes y que había conseguido pasar inadvertida durante la Cruzada, al haber borrado todas las señales de existencia. Domingo estaba ahora obsesionado con adecentar los caminos entre pueblos, lo cual facilitaría la expansión de la orden, así como  las comunicaciones y comercio entre diversas comunidades. Quería crear una especie de feria mensual donde los habitantes de la comarca intercambiaran productos y para ello necesitaba de unos caminos limpios y adecentados. Como siempre la simbiosis entre comunidad  y orden estaba en su cabeza. A Elisée le parecio una buena idea, aunque eso repercutiera en verse poco.

La tarde llegaba a su fin y Elisée mostro un poco de frio, Pierre la dejo su capa que coloco sobre sus hombros. Avanzando en el tiempo, Pierre propone visitar a su madre para finales del verano, pasar un mes con ellos, para así ir preparando la boda. El tiempo pasa muy deprisa y le gustaría que conociera a Blanca. Ademas para esas fechas ya haría casi un año de su ultima visita y quería que su madre preparará el enlace con suficiente tiempo. Elisée podría ponerse de acuerdo en como quería que se desarrollara boda, intercambiando ideas con Blanca. Eran muchos los años que el faltaba de Puy y había cedido todo el poder administrativo a ella y su nueva pareja el Caballero Molay. Pero ademas esperaba quedarse dos o tres días en Carcasone para poder conocerse un poco mejor. Domingo estaria esos días con el Obispo, así que no habían quedado hasta el jueves próximo para comenzar su viaje.

Los siguientes tres días fueron de una tranquilidad increíble en la vida de Pierre. Por primera vez aprovecho para disfrutar de unos días de descanso y ocio después de varios años de compromisos. Paseos a caballo, visitas a lugares cercanos, clases de combate, paseos por la ciudad, y todo en compañía de Elisée. Los Condes de Tolouse fueron unos grandisimos anfitriones. Supieron acompañar y retirarse cuando hacia falta.  Hacia tiempo que no se respiraba una paz como esa. Aunque fueron solo unos días la amistad con Raimond e Isabel fue creciendo en cada momento. La complicidad entre ellas se estableció rápidamente y acompañadas de Leonor formaban un trió encantador.

Esclaramonde había partido el lunes temprano hacia Lagrasse esperando ser visitada lo antes posible.  Raimond y Pierre aprovecharon el poco tiempo libre que les dejaban para pasear por la explanada de entrenamientos. Los jóvenes aprendices practicaban con la espada y la lanza, y siempre estaba bien un pequeño combate con gente joven y enérgica, aunque a la vez inexperta. Una de las tardes montando a caballo llegaron a un pequeño lago que formaba el río Midi, aprovechando para descansar y tomar un refrigerio. Los hombres mas atrevidos se lanzaron al agua con las mallas de montar, a pecho descubierto y melena al viento. Elisée era la primera vez que veía a Pierre en esas condiciones y se ruborizo, consiguiendo la risa de Leonor e Isabel. Ellas sabían que Elisée estaba destinada a otro fin y el contacto con los hombres había sido mínimo. Cuando salieron del agua se sacudieron como dos perros consiguiendo mojar a las damas. Todos juntos se rieron de la situación aprovechando el conde para mojarlas un poco más. Se agradecía ese pequeño agua, pues aunque estaba a punto de terminar el mes de marzo, la temperatura era muy agradable.

Después de un pequeño refrigerio montaron en los caballos y regresaron al castillo. Esa noche era la ultima en Carcasone y Pierre había preparado una sorpresa. Por la mañana temprano había estado hablando con el cocinero y uno de los mayordomos para realizar una cena especial. Había entregado dinero a este ultimo para comprar algunas cositas que sorprendieran a las damas y algún detalle para el Conde. Ademas escribió diversos mensajes a cada uno de los invitados para entregarse una hora antes de la cena. El juego resulto divertido, sin saber que es lo que iba a pasar, el mayordomo entrego los sobres y fueron abiertos por cada uno de ellos.

Se vistieron para la ocasión y bajaron al salón. Todos tenían que reunirse en las escaleras y en cuanto estuvieron los cuatros juntos, el mayordomo abrió las puertas del salón y una música de trovadores comenzó a sonar.

Pierre enfrente esperaba la llegada de todos. Según fueron pasando iban sorprendiéndose de lo que habían montado. Velas de distintos colores presidian la mesa,mientras que en un rincón los trovadores amenizaban al grupo. Todos saludaron a Pierre y rieron con la ocurrencia. Que callado se lo había tenido todo el día. Una vez se hubieron sentado empezaron a traer los platos para comer. El cocinero encabezaba la comitiva engalanado con sus mejores ropas. El Conde no recordaba haberle visto nunca, y le hizo gracia la barriga que presentaba, con un bigote alargado que no paraba de atusarse. Se acerco a la mesa y explico los platos que iban a cenar, así como el vino que iban a tomar. La mayor sorpresa fue una tarta de galletas con flan salteada con frutas de la estación.

Durante la cena Pierre fue levantándose de vez en cuando y entregando ciertos obsequios  a los presentes. El primero para Raimond, un gorro de seda verde con acabado en pluma para las recepciones de palacio. Desato la sonrisa en Isabel cuando se lo probo, pero después de un rato y acostumbrarse a el, todos le felicitaron por  lo bien que le quedaba.

La siguiente fue Isabel, un broche de oro con una paloma fue el regalo, recordando el  que ella le presto. Todos admiraron la belleza de la pieza e Isabel se atrevió a darle un beso en la mejilla como muestra de agradecimiento. Para Leonor un colgante con una llave dorada, muestra de la responsabilidad que tenia en su vida el instruir a Elisée. De su mejilla broto una pequeña lagrima que hizo que Elisée se levantará para abrazarla.

Aprovechando ese momento Pierre se situó al lado de ella y de rodillas le enseño un anillo, era el momento del compromiso. Le encanto y se lo puso en su dedo observándolo entusiasmadaa. El resto se levanto y empezó a aplaudir, repartiéndose abrazos entre todos. La noche estaba siendo genial, y este estaba siendo un magnifico colofon. Pero no había acabado, la musica de los juglares cambio y se convirtió en mas alegre, para disfrutarla y bailarla. El Conde pidió a uno de los mayordomos un poco de brandy, para terminar la fiesta lo mejor posible. La noche avanzaba y tocaba  a su fin la diversión. Los músicos se retiraron y se quedaron solo los invitados, Pierre agradeció la hospitalidad al Conde por los momentos vividos. Alguna lagrima de despedida apareció por alguna de las mejillas, pero con una mezcla de tristeza y alegría. Pasado unos momentos todos fueron hacia sus habitaciones, al día siguiente tenían que continuar con sus vidas y lo mejor era no pensarlo. Pierre y Elisée se quedaron unos breves minutos solos, para luego desaparecer.

Al día siguiente, después del desayuno Pierre partió hacia Fanjeaux. Tras las emociones de la noche anterior la despedida fue mucho mas sencilla. Es verdad que no se iban a ver durante varios meses, pero las ocupaciones de ambos les haría estar entretenidos, y  que el tiempo pasara mucho mas deprisa.

Y así fue, cada uno metido en sus quehaceres hacia que fueran pasando los días. Elisée en compañía de Leonor fue avanzando en su aprendizaje. Las visitas a familiares o amigos, así como el regreso de Enrique le hizo entretenerse en algunas de las largas semanas que tuvieron por delante. La visita de los Condes de Foix, así como un pequeño viaje que realizaron a Tolouse, les alegro la vida del siempre monótono castillo. Por otro lado Pierre y Domingo habían comenzado su visita a la zona pirenaica, que terminaría en el Ducado de Gascuña. Iban a ser tres meses intensos, donde establecieron relaciones con comunidades que llevaban aisladas desde hacia tiempo.  Se informo al clero de la zona de la reforma que se estaba llevando una vez finalizó la cruzada. La  participación fue grande en la mayoría de los lugares por donde pasaron. La comunidad catara de Montsegur se comprometió a restablecer los caminos con poblaciones vecinas, y en la mayoría del resto de pueblos a cuidar los caminos que circulaban entre ellos. Fue una experiencia única y aunque el recuerdo de Elisée era grande, estaba mereciendo la pena.

Pierre mando algún mensaje a Carcasone con algún clérigo que tenia que ir a Fanjeaux, para que supiera de sus andanzas. En el transcurso del viaje se acercaron al Castillo de Foix a saludar a los Condes. Fue una visita sorpresa que les alegro mucho. Fue breve pues tenían que continuar hacia Pau. Hacia varios año que Pierre no pasaba por esta zona, y le traian recuerdos de cuando había estado acampado con los cruzados de Simont de Monfort. Parecía ya una eternidad. Su nuevo papel y su nueva situación le había hecho madurar a un ritmo vertiginoso. Por otra parte la amistad entre Domingo y Pierre aumentaba día a día. Con un solo gesto o mirada eran capaces casi de comunicarse, sin tener que abrir la boca.

Hablaron  un poco de la reunion en el Ducado de Aquitania y Gascuña,  de como los dominicos pueden llevar la palabra de Dios por la zona, visitar alguno de los centros mas famosos de esta zona y por fin vuelta hacia Fanjeaux, pasando por Tolouse y varias poblaciones de peso. Miraron un mapa y volvieron cada uno a sus meditaciones, la noche se echaba sobre ellos y era el momento de buscar refugio para pernoctar



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