El regreso pareció
una carrera más que un viaje. Todos hicieron un esfuerzo por minimizar el
tiempo y en tan solo cinco días se presentaron en Coursan. Llegaron al
atardecer, cuando la cena se estaba preparando y el personal arreglándose
después de un duro día de trabajo. A todos le piño por sorpresa y como siempre
que visitaban la hacienda la alegría marco el tiempo de compañía. Esta vez no
se quedarían mas que esa noche, por lo que se acostaron mas tarde que de
costumbre. Pierre y Elisée contaron lo que se habían encontrado en el Condado
de Puy y lo contentos que estaban de todo lo que habían visto. Por su parte
Elena comento que se iria a Carcasone con su prima unos meses para terminar de
arreglar todo lo relativo a la boda.
El viaje definitivo se tendría que
realizar con una carreta donde fueran muchos de los enseres que los nuevos
Condes quisieran tener en su Castillo de Puy, asi como todos los vestidos y preparativos
de la boda. La madre de Elena suspiro durante un rato, pero entendía a su hija.
Ella no había nacido para trabajar en la hacienda, lo hacía por qué no había
otro remedio, pero no le gustaba nada. Estaba aprovechando la oportunidad que
se le presentaba de vivir en la ciudad, su prima le había abierto el
camino y sabía que sería difícil que
regresara. El siguiente paso sería que se enamoraría, se casaría y formaría una
familia. Pero era el destino y por eso la dio su bendición. Siempre que se
reunían alrededor de la mesa aparecían las mas diversas conversaciones,
tertulias inimaginables, que creaba una atmosfera de familia que Pierre no
había sentido en su vida. La verdad que aquellas personas se habían convertido
en su verdadera familia. El cansancio acumulado del viaje hizo mella en Elisée
que se quedó traspuesta en el hombro de su tia, aprovecharon todos para dar por
finalizada la sobremesa de la cena y encaminarse cada uno a su habitación.
A la mañana
siguiente después de desayunar partieron hacia Narbonne, Pierre tenia que pasar
por el Palacio del Obispo para conocer las últimas noticias del Vaticano. Tras
un breve encuentro con Paul donde le indico que todo seguía igual, y que lo
único que se había avanzado era la fecha de la reunión 31 de Enero y el nombre del
delegado papal Cencio Savelli, que había
ocupado el cargo de tesorero del Vaticano y tutor del Emperador Federico II.
Era un hombre importante, siendo Cardenal Presbitero de la iglesia de San Juan
y San Pablo y uno de los candidatos a
suceder a Inocencio III. Por esto, la reunión entre Fulko y Paul no era una
más, sino que se había tratado como un asunto muy importante, como preludio al
estudio del Informe Final sobre el catarismo.
Por ello tenía que prepararse
todo con el mayor cuidado posible, sin que faltara ningún detalle a dicha
reunión. Pierre indico al obispo que empezaría a redactar el documento en
cuanto se instalará en Carcasonne y que cuando se fuera avanzando vendría a
verle a Narbonne para consultar las dificultades y problemas que se hubieran
encontrado por el camino. El tiempo apremiaba, y después de un breve
refrigerio, se despidieron en la puerta del palacio comenzando la última etapa
de su viaje.
La llegada a
Carcasonne fue ya bien entrada la noche. A mitad de camino uno de los soldados
partió mas veloz para avisar en el Castillo. Cuando llegaron había sirvientes
esperándolos, y hasta la propia Leonor estaba todavía despierta. El ruido en la
explanada fue grande durante varios minutos, siendo extraño para el personal
por las horas que eran. Mientras desmontaban los viajeros, y los sirvientes
iban vaciando los enseres que portaban los burros se arremolino sobre ellos mas
servidumbre de la que tenía que estar. Hacia casi un mes que habían partido y
todos querían saludar a los recién llegados. Los soldados fueron a los establos
a llevar a los caballos y quitarse las cotas de malla, estaban cansados y
deseando ver a sus familias. Pierre les agradeció los días prestados, saludando
uno por uno a todos ellos. Los dos sirvientes puestos por Leonor estaban siendo
saludados por parte de la servidumbre del castillo. Algunos eran familiares,
pero la mayoría llevaban toda la vida al servicio junto a ellos. Preguntaban
por el viaje y las historias que habían pasado, ya que muchos no habían salido
de la comarca en su vida. El haber estado en ciudades como Montpellier o Nìmes
, o haber viajado cerca del mar, eran todo un acontencimiento y una enorme
envidia.
Leonor beso a Elisée con efusividad, la había echado mucho de menos, y
estaba deseando hablar de todos los planes que había. Ella le presento a su
prima Elena, pidiéndola que si podría quedarse con ellos un par de meses para
ayudarlas en los preparativos de la boda. Leonor no puso ningún reparo, sabían
que el castillo era suficientemente amplio, y además Enrique había tenido que
subir a Normandia para arreglar unos asuntos del Rey Juan. Siempre se sentía
sola y la compañía le agradaba. Por otra parte una persona nueva indicaba que
habría que enseñarla de nuevo la ciudad
, los alrededores, y eso sería días de salidas y viajes, cosa que le encantaban
a Leonor.
Como el fresquito de la noche arreciaba ya a esas horas pasaron
rápidamente a un pequeño saloncito donde les sirvieron la cena. Tenian tanto
hambre que todo les pareció excelente. Durante la cena no pararon de hablar. Al
contrario que Elena, Leonor era muy
dicharachera, y preguntaba todo lo que estaba en su cabeza. Por eso también la
convertía en una persona muy divertida, ya que de vez en cuando repetía preguntas
o ponía en apuros a alguno de los contertulios. Elisée estaba encantada con las
preguntas, ya que tenía unas ganas enormes de contarle todo lo que había
sucedido en el viaje. Leonor pregunto que fecha había elegido para la boda,
Pierre y Elisée se miraron y no pudieron contestar, no habían pensado en ello.
Leonor se levanto y dijo “Eso hay que remediarlo ahora mismo”. Pierre se puso a
pensar en una fecha, desde el 31 de Enero que se celebrara la reunión en
Narbonne, pensando en el tiempo que pudiera durar, los documentos que pudiera
redactar, etc, tendría que ser hacia finales de Mayo. Elisée no quería mas
retrasos así que opino de buscar una fecha en Junio para que Pierre estuviera
ya liberado de todo su trabajo y además que el buen tiempo acompañará el
enlace. Leonor como siempre dio una fecha, 10 de Junio. Todos se miraron, Elena
asintió con la cabeza, después de estar solo pendiente de la comida durante
toda la cena. Pierre y Elisée confirmaron la fecha con un beso y los aplausos
de Leonor y Elena.
Había sido una
vuelta contrareloj, todos estaban cansadísimos, y aunque Leonor fue la mejor de
las anfitrionas, estaban deseando tomar el camino de sus habitaciones. Elena y
Elisée fueron las primeras y cuando Leonor iba a acompañarlas, Pierre pregunto
si podría utilizar el pequeño despacho al lado de su habitación para poder
redactar el Informe. Leonor asintió con la cabeza. Pierre se despidió de las
chicas y las informo que se levantaría temprano para ir a ver a Domingo y
comentarle los nuevos acontecimientos sobre el tema de los cátaros.
Por la
mañana tomo rápido un desayuno y partio al monasterio de Fanjeaux, donde por
suerte se encontró con que Domingo no estaba en ninguna de sus misiones por el
Languedoc. Pierre le informo de la reunión de Narbonne, la fecha del 31 de
Enero y el delegado papal que había sido designado: Cencio Savelli. A Domingo
le parecio una persona muy válida y ecuánime, por lo que pensaba que era una
buena noticia para los intereses del Languedoc. Pierre pensó en que Domingo
podía redactar un documento sobre la reforma de la iglesia, el crecimiento de
la orden de los Dominicos, la ampliación de los territorios de presencia , asi
como el trabajo que se estaba llevando a cabo. Eso contrarrestado con el poco
crecimiento de las comunidades cátaras, debido en gran parte a la presencia de
una nueva iglesia, más involucrada y participativa en la comunidad, que había abandonado los
malos hábitos de épocas anteriores.
Eso había hecho que muchos miembros
hubieran vuelto a la senda. Pues todo ello había que documentarlo, para que la idea
que sobresaliera es la poca importancia del catarismo en estos tiempos, su casi
nula actividad, y la posibilidad de reconducirlos en el camino de la nueva
Iglesia. Parecia que el tiempo no hubiera pasado, pero ya casi era mediodía,
aunque Domingo quería que se quedara a comer Pierre denegó dicho ofrecimiento y
tras un breve piscolabis partió hacia Carcasone, quería comer con Elisée y
pasear toda la tarde, ya que a partir de mañana tendría muchísimo trabajo en la
redacción del Informe. Quedaron en verse cada tres semanas para poder comentar
en que situación se encontraban, e ir matizando algunos términos que pudieran
resultar de vital importancia para el devenir de la reunión.
Pierre llego cuando
las tres mujeres habían comenzado a comer, Leonor indico a uno de los
sirvientes que trajeran un plato más y silla para Pierre, sentándose entre Leonor y
Elisée. Tras tomar un trago de una fresca cerveza, conto su breve estancia en
Fanjeaux. Las ideas que querían plasmar en ambos documentos, y por donde
querían que transcurriera la reunión con Fulko y el delegado Papal Cencio
Savelli. Como casi siempre la conversación fue pasando de un tema a otro,
algunos transcencentes y otros de lo mas informal.
El tiempo se
vio alterado,y parecía que no pasaba, hablando y comentando todo tipo de
cuestiones. Pierre estaba un poco ensimismado en sus propias ideas. Invito a
las mujeres a dar una vuelta por la Cite o dar una vuelta a caballo por los
alrededores, o las dos cosas si se daban prisa, asi le enseñarían a Elena los
dominios del Conde de Tolouse. Estaban levantándose de la mesa cuando apareció
Enrique ,para sorpresa de Leonor , que salio corriendo a su encuentro. En esos
momentos uno comprendia el amor que se profesaban, y la valentía de Leonor de
esperar pacientemente en el castillo durante los continuos viajes. Enrique
saludo al resto de los comensales, y presento a la persona que le acompañaba,
George de York primo suyo y heredero del Ducado de Seridane. Elena clavo los
ojos en el joven ingles y se ruborizo cuando este le beso la mano.
Todos
sonrieron, y se alegraron, pues la verdad que pensaban lo aburrido que podía
ser estos días con Pierre encerrado en su despacho y ellas solas en el
castillo. Enrique y George se unieron al paseo por la zona exterior de la Cite
y mas tarde por el interior. Fue una tarde agradable donde pasearon, rieron y
charlaron. Volvieron para la hora de la cena, Leonor había preparado una
pequeña sorpresa en los platos que iban a tomar, y sobretodo un vino joven de
la última cosecha, que estaba listo para poder tomarse y venderse.
En la cena
todos preguntaron a Enrique sobre las relaciones entre los Reyes de Francia e
Inglaterra, como estaba la situación en ese momento, y que problemas veía a
corto plazo. Este informo de la presión de Inocencio III en participar en una
nueva cruzada, las amenazas de excomunión para ambos monarcas, y una relativa
calma entre ellos. Tras la batalla de Bouvines, se establecio una especie de
tregua no escrita entre ambos países. Había aumentado el número de espias
dentro de ambas cortes, y la desconfianza era grande, por lo que se necesitaba
un periodo de tiempo para ver como continuar con dicho proceso. Ambos monarcas
estaban de acuerdo en no participar en ninguna cruzada, no solo por el peligro
personal, sino por la inversión económica. Las arcas de ambos reinos estaban
vacias, y se necesitaba tiempo para poder llenarla. Los nuevos impuestos no
conseguían llenarlas, y si estos se aumentaban producirían revueltas como las
que tenían en Nottingham el Rey Juan.
Por ello, aunque no de forma publica, los
dos monarcas habían pactado retrasar al máximo la nueva cruzada, para enfado de
Inocencio III. Los territorios perdidos por parte de Inglaterra en territorio
francés no habían creado ningún problema en la estrategia inglesa. Con el
resto, habían creado una nueva política diplomática, y el trabajo de Enrique
estaba siendo fundamental, siempre en contacto con el Mariscal ingles. Por ello
estaba George aquí. Era familia de ambos y eso uniria los lazos entre ambas
familias, además de que Enrique necesitaba un ayudante para muchos de los temas
que se estaban tratando. Se encargaría de su preparación, para luego poder
desarrollarla dentro de la corte inglesa. Despues de la comida sirvieron un
vino dulce que estaba buenísimo. Elena mira de vez en cuando al joven George,
tendría mas o menos la misma edad, y pensaba en la responsabilidad que le
estaba tocando asumir estando al lado de su primo.
Todo esto sucedía cuando el mes de Octubre
comenzaba, quedaban cuatro meses exactos para la reunión de Narbonne y el
trabajo tenía que ser metódico. Se partia de un documento previo donde se
exponía como se había llegado a la Cruzada Albigense, como el catarismo había
ido ganando adeptos durante el siglo XII. Como la iglesia había abandonado a
sus fieles en las zonas del Languedoc y dicho lugar lo había ocupado los
cataros. La preocupación del Vaticano más por la evolución de estos que por la
desidia de la iglesia. La predisposición de intentar en un principio acoger a
los cataros bajo los muros de la Iglesia, los problemas surgidos con el Conde
de Tolouse y de Foix, el asesinato del delegado papal en el Languedoc, eran
alguno de los capítulos que se describían en dicho documento.
A partir de ahí y
como consecuencia del Tratado de Tolouse, había que desarrollar el Informe
Final, donde se estudiaría de nuevo la acogida de los cataros bajo el manto de
la iglesia, la forma de que puedan desarrollar su labor sin que se viera una
herejía. La aparición de Domingo de Guzman era fundamental. La creación de la
Orden Mendicante de los Dominicos era la base de todo. Ellos habían tomado
todos los buenos habitos de los cátaros y los habían llevado a su máxima
expresión, compitiendo con ellos en bondad, auxilio, compañía, así como
reformando las estructuras abandonadas de la iglesia en el territorio del
Languedoc. Su implicación en las comunidades, su trabajo incansable, estando
siempre en el lugar que se les necesitaba, había hecho de los dominicos un
ejemplo en el que mirarse. Por ello parte del Informe era el documento de Domingo
, acompañando por una visión de la situación actual del catarismo, numero de
comunidades actuales y número de buenos hombres que pudieran impartir el
Consolamentum.
Por otro lado se tendría que desarrollar la idea de situar a los
cátaros como Orden Medicante, basándose en los principios de los dominicos. Las
bases de dicha orden se habían desarrollado en la reunión que se tuvo en
Carcasone entre cataros y representantes de la iglesia, con Paul Ollande y
Domingo de Guzman a la cabeza. En dicha reunión se marcaron las líneas de
actuación para una integración paulatina.
El ritmo diario de
esos días siempre era el mismo, varias horas por la mañana de reclusión en el
despacho y un ratito por la tarde. De vez en cuando una lectura de lo escrito,
para rectificar errores o incongruencia, ayudados muchas de las veces por el
grupo de las mujeres. Los domingos descanso, aprovechando el tiempo para
disfrutar de los amigos, pensar en otra cosa y recobrar fuerzas. Todos los días
reservaba su tiempo a Elisée, para pasear, para informarse de los avances de la
boda. Esta muchas tarde se sentaba en el despacho a hacer punto, viéndole como
se afanaba entre tanto documento. El tiempo pasaba rápido. Cada tres semanas
las visitas de Domingo a Carcasonne para aunar ideas, Pierre recopilaba los
papeles que le entregaba Domingo y los refundia en un único documento. Eran
pocas las veces que se salían del guión. Sabían que tenían que estar preparados
para una gran batalla.
Elisée lo comprendía, el futuro de su familia dependía
en parte de ese documento. Pero no solo las visitas de Domingo, el obispo Paul
también se dejaba caer por allí una vez al mes, quería estar al tanto de la
evolución del Informe, y además traía siempre noticias interesantes de Fulko y
del Vaticano. Pierre aprovechaba las escapadas que hacían Leonor, Elisée y
Elena para visitar Foix o Tolouse. Buscaban salir de la monotonía del castillo
y visitar unos días a los condes. Sobre todo a Isabel, con la cual Elisée tenían una
química especial. Alguna de las veces aprovecharon la compañía de Enrique y
George, que por cierto cada vez se le veía mas cerca de Elena. Tambien fueron a
Lagrassen a visitar a Esclarmonde, y coincidieron con su hermano Sebastian que
estaba de paso hacia Montsegur.
Asi llego el
invierno. El nerviosismo de Pierre aumento, las noticias desde el Vaticano no
eran nada buenas. Inocencio III quería una guerra fuera como fuera, y la de
Tierra Santa parecía difícil. Narbonne podía marcar un antes y un después a
toda esta situación y el era consciente. Aun así durante la Navidad hizo un
descanso. Invitaron a Domingo a pasar dicha semana todos juntos, así
aprovecharían para poner todo en orden. El Obispo de Narbonne también se invito
y al final los Condes de Tolouse se apuntaron. Los Condes de Foix no fueron
pues Clarise esta en cinta y tenia vómitos que la impedían viajar. La intensa nevada que había caído días antes, no
alentaba a dicho viaje.
La noticia del embarazo de Clarise fue una felicidad
para el resto de las mujeres, que se pusieron manos a la obra para regalarla la
mejor canastilla para el recién nacido. Sin saber el sexo, decidieron realizar
dos, por si acaso. Las reuniones durante esos dias fueron magnificas. Nunca el
castillo había tenido tanta vida y tanta alegría, sin preocupaciones. Parecia
mentira la responsabilidad que habia caido sobre ellos. Paul había ofrecido a
Domingo y Pierre que se trasladaran a Narbonne a mitad del mes de Enero, asi
podrian preparar in situ la reunion. Esta se celebraria en una de las alas del
Palacio del Obispo, y sería bueno ir creando un ambiente para dicho momento. De
paso Elisée y Elena podrían pasar esos diasen Coursan visitando a la familia.
Leonor tambien se había apuntado, pues Enrique tenia que acercarse esos dias a
Poitiers y se quedaría sola en el castillo,y no quería perderse tal evento.
Terminada la
festividad de la Navidad todos regresaron a sus quehaceres diarios. La fecha de
partida era el sabado 16 de Enero hacia Narbonne. Domingo tenia que ultimar
algunos temas de la orden y se marcho rapidamente a Fanjeaux. Paul Ollande
estaba esperando noticias del Vaticano y tampoco demoro su camino. Los que mas
esperaron fueron los Condes de Tououse, estaban en su casa y la presencia de
Enrique y George les hizo retrasarse un par de semanas hasta que se fueran a
Narbonne. Eso fue aprovechado por Elisée y Leonor para preparar el vestido.
Elena había hecho un pre-diseño con telas viejas y lo tenía ya terminado.
Fueron a visitar a uno de los mejores sastres de Carcasone para explicarselo.
Querían que fuera al castillo y viera el boceto de Elena. Sabían de la
independencia de estos en sus diseños, pero esperaban convencerle de su idea.
Enrique, George y Raimond aprovecharon para estudiar una ampliación de
Carcasonne. La Cite estaba ya masificada y había que crear un nuevo cerco por
la parte oeste,camino a Tolouse, que fortificara las nuevas viviendas que se
habían ido creando alrededor de la muralla original. Eso mantuvo ocupado a los
habitantes del castillo durante esos dias.
Las intensas nevadas hacian que
estuvieran mucho tiempo en el castillo, y que el tiempo pasara mas despacio.
Pero sin darse cuenta el dia llego,los preparativos durante los dias previos
habian sido intensos. Marcharian con una carreta donde llevarian ropas y comida
para una temporada, aunque la verdad que al tener alojamiento en Narbonne todo
se podría comprar. Enrique había preparado una comitiva de protección con 8
soldados. Escoltarian la nueva carroza que el Conde de Toulouse había hecho
traer de Paris y que amablemente le había cedido a su hermana. Esta protegeria
a las mujeres de las inclemencias del tiempo.
Tambien les acompañaria varios sirvientes para realizar las labores
domesticas. Durante los dias que durara la reunion habitarian en una casa
alquilada en el centro de la ciudad, que el Obispo amablemente habia
conseguido. Asi estarian mas tranquilos y relajados despues de todo el dia de
trabajo. Domingo queria alojarse en la casa de huespedes de la orden, tenia
asuntos que debatir con Manuel y aprovecharia para informarse de los avances de
la orden por esas tierras. En un principio Elena, Leonor y Elisée pasarian unos dias en Coursan con su
familia, por lo que Pierre estaria solo, ya que Enrique y George marcharian a
Montpellier. Pero tarde o temprano todos regresarian y era mejor tener una casa
amplia.
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