El cargo de Primer Senescal vino con
un pan debajo del brazo. El 15 de Enero de 1227 nace Jacques de Brel, II Conde
de Puy bautizado en la Catedral de Paris por Ugolino. Toda la familia de Pierre
esta presente ese día, así como la mayoría de la nobleza. La Reina Blanca hace
de madrina del niño para orgullo de Pierre, Elisée se lo pidió personalmente y
ella acepto encantada. El joven Luis IX también presenció el bautizo. El Papa
Honorio III mandó mensajes de felicitación por dicho alumbramiento y se
disculpó por su no presencia, pero tanto viaje durante el ultimo año con el
Tratado de Eseo, la boda de Federico II y el funeral de Luis VIII ha debilitado
su salud.
Durante varios meses Pierre se
dedicaba intensamente a la política territorial de Francia. Aunque Luis IX es
joven sabe de los deseos de expansión de su familia, y los territorios del Rey Enrique
III en Francia son numerosos. Por ello mantiene intensa correspondencia con los
regentes George y Enrique de Burgh. La amistad que mantienen, así como los
lazos familiares que tienen hace que se entiendan a la perfección en los temas
de diplomacia. Ellos saben que tarde o temprano los Ducados de Normandia,
Aquitania y la Gascuña serán de nuevo enfrentamientos bélicos entre las dos
naciones. Que ambas regencias pasen por
sus manos esta evitando ese desencadenamiento, pero todos saben que en cuanto
la paz dure un tiempo razonable, la contienda se producirá.
Los tratados están para romperlos, y
Pierre lo sabe. Por ello decide que para el otoño tendrán que tener un
encuentro con el Rey de Inglaterra donde poder diseñar la estrategia a seguir
en dicho escenario. La edad de ambos reyes (Luis nueve y Enrique diecinueve)
hace difícil un matrimonio de conveniencia con hijos por en medio, pero se
tendría que estudiar posibilidades para crear un pacto que dure años y que sin
muchos conflictos bélicos termine por devolver a Francia dichos territorios.
Pierre tiene en mente un magnifico
plan y quiere consultarlo con los dos regentes. Uno de sus mejores aliados es
el Conde de la Provenza, Ramón Berenguer V. El Condado pertenece al Reino de
Aragón, pero el Conde presta vasallaje al Rey Luis IX sin ningún tipo de
incidente entre los dos Reyes. Pedro II de Aragón lo acepta, a regañadientes,
pero la expansión económica que esta llevando la zona al mantener intercambios
con el resto de los condados franceses, apacigua su animo a la vez que llena su
débil caja debido a las continuas guerras contra los musulmanes.
El Conde tiene dos hijas, Leonor de cuatro años y Margarita de seis.
Ambas son todavía jóvenes, pero tras la muerte de su hijo Ramón VI, el Condado
necesita descendencia masculina para continuar sobreviviendo. Muchos son los
Duques y Condes que han pedido sus jóvenes manos, y hasta a algún infante de la
nobleza. Pero Pierre tiene pensado otro destino para ellas. Ser las Reinas
consortes de Francia e Inglaterra. El plan parece descabellado, pero sería un
golpe increíble. Los dos Reyes cuñados.
Dificultad, el Conde Ramón Berenguer
V es una persona muy religiosa y no quiere casar tan jóvenes a sus hijas. Desea
poder educarlas bajo las costumbres de su familia, y poder entregarlas en
matrimonio como buenas cristianas. Por otro lado el tiempo le apremia, y si a
su persona le pasará cualquier cosa, el Condado recaerá en la Corona de Aragón
y sus hijas entregadas a maridos a los que él no podría poner ya ningún reparo. Ahí viene la diplomacia de Pierre. Podrían
firmarse varios documentos donde se estableciera un precontrato matrimonial
entre las hijas del Conde y los Reyes de Inglaterra y Francia. Se establecería
un periodo de tiempo para su ejecución, que bien podría ser hasta que cumplieran
los doce años cada una. Durante ese periodo, si algo pasará al Conde el
territorio sería administrado por ambos Reinos, y quedaría adherido al Reino
del Rey que primero se casará.
Esto nunca se había hecho y Pierre
pregunto a los expertos en leyes de la Universidad de Puy y de Paris. La nueva
Ley crearía innovación, ya que los acuerdos matrimoniales de esa índole nunca
se habían llevado a cabo. Redacto unos borradores para mandarselos por
mensajeros a George y Enrique, citándose con ellos en breve para discutir otro
sin fin de temas.
No se aburría Pierre en su despacho
del Palacio del Louvre, pero esa mañana todo cambio cuando abrió la carta con
sello del Vaticano. Honorio III esta muy delicado y llama a Pierre para
redactar sus ultimas voluntades. La amistad entre ellos en el pasado hace que
tome una escolta personal, informando previamente al Rey y la Reina, para
acudir lo antes posible a la llamada del Sumo Pontifice. Manda un mensaje a Inglaterra, prevé
que las horas de Honorio III están contadas, y un nuevo conclave se avecina.
Intenta que alguno de los dos regentes ingleses pueda estar en el posible
sepelio, y de esa forma garantizar la limpieza en el nombramiento del nuevo
Papa y de paso poder estudiar todos los temas que desde el tratado de Eseo se
han producido.
Cuando Pierre llega a Roma a finales de Abril encuentra al Papa muy mayor,
cansado de tantos viajes realizado y cada vez mas enfermo. Ni las últimas alegría
producidas en la Península Ibérica ponen un poco de animo en su cuerpo.
Consumido por las fiebres solo tiene fuerza para charlar con su Camarlengo.
Cada vez le es mas difícil que coma y sin embargo la llegada de Pierre le hace
como insuflarle una dosis extra de fuerzas. Pierre comprende que esta antes los
últimos días de Cencio Savelli. El Cardenal que le ayudo a tener fuerzas en los
momentos difíciles del Informe Final. Cuando la enfermedad de Fulko casi
desbarata todo el trabajo que Domingo y él habían realizado.
Cencio quiere redactar una bula, donde se redacte todos los logros de la
Orden de los Dominicos, así como el
trabajo que están llevando a cabo con la comunidad cátara. Se propone un
Concilio Ecuménico no antes de 15 años para la inclusión de los cátaros como
orden mendicante, que espera ser ratificado por su sucesor. Propone el celibato
como indispensable en la carrera cardenalicia para una unión perfecta con Dios.
La muerte de Honorio III se produce el 18 de Mayo de 1227. Se convoca
conclave para elegir al nuevo Papa. Pierre y Enrique , que ha llegado de
Inglaterra acompañado de Leonor, hacen de Secretarios Reales para oficiar el
entierro de Honorio III. El conclave se vuelve difícil y donde ningun candidato
consigue los votos necesarios para alzarse con la Corona de San Pedro. Por ello
los delegados de los diversos Reinos marchan después del primer mes.
Aprovechando el camino de vuelta, Pierre invita a Leonor y Enrique a Paris.
A Elisée le hará mucha ilusión poder verlos, y así podrán disfrutar de algún
día como los pasados en Carcasone hace ya unos año. De esa forma podrán charlar
tranquilamente, sin prisas y disfrutar de su presencia en Palacio. Estudiar
alguno de los documentos que tienen entre manos y presentarle otras ideas que
siempre tiene Pierre en la cabeza. Leonor estaba encantada con el viaje, y
estaba deseando llegar a París.
Los días que la familia Burgh estuvieron en Paris fueron maravillosos.
Sacaron tiempo para todo. Reuniones de política, banquetes, fiestas,
excursiones. La Reina Blanca se unió a Elisée y Leonor en sus compras por los
comercios, y el Rey aprovechó para salir a montar con Pierre y Enrique. No era
de su agrado, pero sabía que en su posición era importante este tipo de
relaciones. Los días pasaron sin avisar y cuando se marcharon un vació quedo en
Elisée. Hacía tiempo que no les veía y esa familiaridad les perseguiría durante
toda la vida. Pierre y Enrique habían trabajado en muchos documentos, pero
sobretodo en los que ellos llamaban el Tratado de la Provenza. Cada uno tendría
que explicarselo a su Rey, e intentar que se firmaran por el bien de la paz.
Eso podría dar casi una década de no confrontaciones entre ambos Reinos. Eso
significaba, prosperidad, bienestar y por lo tanto estabilidad de los Reinos.
Se afianzaban lazos y se reforzaban fronteras, pudiendo aumentarse el número de
soldados para la causa Santa.
Pero mientras tanto el Conclave seguía, lo que parecía cuestión de semanas
ya duraba casi seis meses. Pero de
repente un día fumata blanca. Se nombra como Papa a Ugolino de Seguí.
Sorpresa en Puy, Ugolino que se encontraba dando clase en la Universidad,
es informado por uno de los jóvenes monjes. Pierre manda mensaje de
felicitación, así como otros embajadores. La Coronación está prevista para el
día la Natividad y el nombre elegido es Papa Gregorio IX. Pierre le hace llegar
las ultimas voluntades del Papa Honorio III con las bulas redactadas antes de
su muerte. Le informa que intentaría ir Roma para estudiar el camino de incluir
a los cátaros como Orden Mendicante pero Sebastián esta muy enfermo y tienen
que pasar por el Condado. El modelo llevado a cabo en Puy con la comunidad
cátara en los últimos 8 años creen que están dando sus frutos, así que se
redacta un Informe sobre la celebración de un Concilio al cabo de 25 años desde
el ultimo celebrado.
No había terminado de redactar el mensaje para Ugolino cuando recibió la
noticia, Sebastián había muerto hacia cinco días, enterrado en el cementerio de
la Abadía de Puy. Un entierro sencillo. Ahora tenía que comunicarselo a su
esposa. Aprovecho la presencia de Blanca para poder hacerlo mas fácil. Cuando
Elisée se enteró no paro de llorar en toda la tarde. Ni el consuelo de Blanca
ni las diabluras del joven Jacques calmaban el desconsuelo de una hermana que
no podía despedirse de él. Con el se iba el ultimo perfecto anterior a las
Cruzadas.
Decidieron pasar las navidades en Paris y descansar. Elisée no tenia
ninguna ganas de viajar ni a Puy ni a Roma. Por otra parte Pierre necesitaba
ordenar diversos asuntos que se habían desarmado, como las recientes
incursiones de Federico II en la Provenza o el atasco producido en las
Reconquista de la Peninsula, donde los arabes se habín hecho fuerte en los
Reinos de Málaga, Granada y Cádiz con la llegada de Beréberes del Norte de
África. Habían reconquistados terrenos perdidos, como Extremadura, Murcia y
parte de Jaén y Córdoba.
El tema de la Provenza había servido para unir más lazos con el Conde Ramón
Berenguer V. Pierre aprovecho para mandarle varios mensajes donde le informaba
de los acuerdos que había establecido con Inglaterra en caso de que se produciera
una situación como la que estaba sucediendo. No le explicó todos los detalles,
pero si una línea general. Para la primavera pensaba visitar el Condado de Puy,
y podrían celebrar un encuentro para perfilar las condiciones del Tratado.
Los meses pasaron y la familia Brel se dispuso visitar Puy. Elisée estaba
pesarosa por la muerte de Sebastián y Pierre necesitaba firmar ciertos poderes
con el Conde de la Provenza para comenzar un periodo de tregua. Pero un hecho
cambio el ánimo de todos. Elisée estaba de nuevo en cinta. Informo a la Reina Blanca que quería tener a
su hijo en el Hospital de Puy, y que por lo tanto pasaría casi todo el año en
el Castillo de su marido. Necesitaba encontrarse un poco con su gente, con sus
amigos y conocidos, ya que la depresión que arrastraba desde la muerte de su
hermano no había mitigado. Blanca le dio su bendición, el único problema que
tendría que estar separada de Pierre durante algún tiempo, ya que la paz entre
Inglaterra y Francia estaba en juego. Elisée lo comprendía y solo quería que le
acompañara a Puy y que estuviera en navidades para el nacimiento de Nicolas o
María. La Reina se alegro de que ya tuviera nombres, eso aumentaría el animo de
ella.
Gracias al Canal navegable, el tiempo hasta Puy se había reducido a una
semana. Cuando llegaron todo fueron felicitaciones, Blanca no cabía en si, otra
vez abuela. La mala noticia, que Pierre iba a estar solo unos días en el
Condado. Tenía previsto reunirse con el Conde de la Provenza y volver a Paris
lo antes posible.
El Conde leyó el documento redactado sobre el enlace de sus hijas con los Reyes
de Francia e Inglaterra. En un principio le lleno de orgullo y responsabilidad,
pero enseguida le asalto las preocupaciones por la edad tan joven de ellas.
Pierre le tranquilizó, era un contrato matrimonial a ejecutarse cuando Leonor y
Margarita alcanzaran la edad de doce años. Mientras tanto la educación le
correspondería a él, y se establecerían visitas periódicas a ambos reinos para
que se fueran habituando a la posición
que les correspondía. No se ponían de acuerdo en quien sería la esposa de cada
Rey, parecía lo mas normal los mayores y los pequeños, pero al final Margarita
decidió. Viendo un grabado de Luis IX dijo que le parecía muy guapo, así que el
Conde decidió que Margarita seria la esposa de Luis IX y Leonor la de Enrique
III. Posibles fechas de los enlaces, entre los años 1234 y 1235. Ramón
Berenguer V estampo su firma en el documento y dio poderes a Pierre como Primer
Senescal de Francia para negociar en su nombre.
Durante todo el verano y el otoño Pierre
estuvo negociando el Tratado de la Provenza entre Francia e Inglaterra. Los
mensajes con George y Enrique fueron continuos, asi como las discusiones con
Blanca sobre el beneficio de dicho documento. Sinibaldo apoyaba a Pierre y eso hacia que Luis IX estuviera de su lado. Eso
tranquilizaba a Pierre y por tanto afianzaba su idea sobre dichos matrimonios. Por otro lado Federico II estaba bastante tranquilo, ciertos problemas en el Sur de Italia le
tenían entretenido, así como la frontera norte con los Reyes Vikingos.
Pero querer anexionar la Provenza a Francia
tenia un problema, la Corona de Aragón. El vasallaje del Languedoc se estaba
cumpliendo, pero las buenas relaciones de los Condes de Foix y Tolouse con el
Primer Senescal de Francia molestaban a Pedro II. Como siempre Pierre tenia que
estar campeando charcos día si día también. Estaba a punto de partir hacía Puy
pues se aproximaban las fiestas navideñas, por lo que mando un mensaje al
Embajador francés en Zaragoza, para poder tener una reunión en la ciudad de
Jaca con algún miembro representativo de la Corona de Aragón. Pierre va a
tener que utilizar toda su diplomacia para conseguir una pequeña tregua, ya que
se rumorea que Pedro II estaba reuniendo un ejercito que partía para poner
orden en dichos territorios.
Durante el viaje de ida a Puy Pierre pone toda su habilidad para
desarrollar un plan que llevar a dicha reunión.
La idea es prometer en matrimonio al joven Pedro de tan solo 12 años con
la hija de Felipe Augusto e Ines de Merán , llamada María (tía del actual Rey
Luis IX) y que a la edad de 20 años esta en un convento. Dicho acuerdo podría
tranquilizar los ánimos expansionistas, poniendo ciertas cláusulas al
matrimonio.
Un hermano de Luis, Felipe (tío también del Rey de Francia) se casaría por otro lado con la
hija de Pedro II, Sancha. La dote establecía que mientras hubiera descendencia
el territorio del Languedoc seguiría bajo protección de la Corona de Aragón, si
en algún momento la línea sucesoria acabara, se incorporaría a la Corona
Francesa. Se crearía dos Condados, el Languedoc como Condes Pedro y Maria y el
Rosellón, como Condes Felipe y Sancha. Ambos territorios conjuntamente abarcan
desde la frontera con el Condado de Barcelona hasta Montpellier, por el este el
mar mediterráneo y al oeste el vizcondado de Carcasone. Por lo tanto el antiguo
territorio del Languedoc queda dividido en cuatro grandes condados Toulouse,
Foix , Languedoc y Rosellón.
En cuanto a la Provenza que en este momento pertenecía a la Corona de
Aragón seguiría en esas condiciones si el Conde Ramón Berenguer V tiene
descendencia masculina, en caso contrario lo heredaría el marido de una de las
hijas que primero se hubiera casado. Eso
significaba que si la jugada salía perfecta, en años sucesivos y si no había descendencia
la Provenza y parte del Languedoc se incorporarían al Reino de Francia.
Tenía que sacar tiempo para redactar todo en un documento que poder
entregar a la delegación aragonesa, pero mientras tanto pensaba disfrutar de
unos días de tranquilidad en Puy. Elisée estaba a punto de salir de cuentas,
por lo que le daría tiempo de conocer a su nuevo hijo. El recibimiento fue como
siempre, alegría desbordada por todos los muros del Castillo. No se esperaba su
llegada, por lo que la sorpresa fue aun mayor.
En Puy también le esperaba algunos asuntos por cerrar, como nombrar el
nuevo rector de la Universidad en sustitución de Ugolino. Pierre había pensado
en Sinibaldo dei Fieschi, el Secretario Personal del Rey Luis IX. El joven Rey
necesitaba una persona mas aventurera para que adquiriera una personalidad mas
fuerte, varonil, con entusiasmo por las armas, la caballería, y alejarse un
poco de la religión, los libros y la cultura. Ya tenía demasiado con lo que le
había enseñado y ahora era el momento de ampliar sus conocimientos como Rey.
Los días fueron magníficos, a pesar de la época del año en que se
encontraban. Amanecieron con un sol esplendido. Aprovecharon para poder pasear,
ver el campo tranquilamente y recorrer los comercios de la ciudad. Elisée no
cabía de gozo durante esos días, y eso que se encontraba muy pesada debido a lo
avanzado de su estado. En cualquier momento podía presentarse, y pillar a todos
desprevenidos.
Y así sucedió, una noche tras la cena y un ratito de lectura empezó a notar
las contracciones. Rompió aguas en pleno salón y fue trasladada con urgencia al
hospital de Puy. Le atendieron deprisa, pero parecía que no quería salir.
Después de una noche de insomnio nació Nicolás el 10 de Enero de 1228. No hacía
ni un año que había nacido su primer hijo y ya era madre por segunda vez. Tras
tantos años de espera el Condado de Puy tenía la descendencia asegurada.
Elisée tuvo que estar varios dias en el hospital, el parto no había sido
complicado, pero los médicos querían tenerla cerca. Habían sido dos partos muy
seguidos y no querían consecuencias para el futuro. Se preocuparon de que
estuvieran bien atendidos tanto la madre como el hijo durante todas las horas.
El rango de la invitada hizo que habilitaran una estancia mayor para poder
recibir las visitas familiares. Se decreto por parte del Consejo de la Ciudad
tres días de fiestas, donde se hicieron
diversas actividades dedicadas al entretenimiento de la población.
La Prosperidad de Puy era grande, no solo la Universidad y el Mercado eran
importante dentro de la región, sino que el Canal aseguraba el transito
continuo de personas que tenían que abastecerse con los comercios habituales.
Por otro lado, las mejoras del campo introducidas por el Caballero de Molay
habían dado buenos excedentes que se vendían a otros Condados con grandes
beneficios.
Esto hizo que Pierre retrasará su marcha a Jaca hacia finales del mes de
Enero. La vuelta no la realizaría por Puy, sino que aprovecharía por Tolouse y
Albi. La despedida como siempre fue dura. Elisée tenía que verse privada de su
presencia durante un periodo desconocido, ya que Pierre estaba inmerso en una
serie de tratados que beneficiaría al futuro de Francia y no podían ser
descuidados. Sabía que como muy pronto a mediados de Julio podrían verse y si
todo sucedía sin problemas. Se besaron con pasión, sabiendo lo mucho que se
echarían de menos. Blanca ayudaría en las labores de abuela, dos niños tan
jóvenes necesitan mucha dedicación. Ya había contratado a una joven para que
las ayudaras, pues todas las manos ahora eran necesarias. No quería dilatar mas
la marcha y partió en cuanto se hubo despedido de todos. Estrecho con fuerza la
mano de Molay, siempre frió y duro, pero servicial en todo momento.
A los pocos días se encontraba en la Villa de Jaca. La delegación aragonesa
ya había llegado, así como el embajador de Francia en Zaragoza. Pierre se puso
al corriente de las últimas noticias, y le indico que podrían empezar la
reunión al día siguiente si quisieran. El Embajador se puso en contacto con los
aragoneses y quedaron en empezar cuanto antes. El documento que presento Pierre
era bastante claro, recogía todas las ideas que había ido teniendo en el viaje a Puy. El Conde Labordeta
representante aragonés, no puso ningún reparo. Tendría que entregárselo a Pedro
II y estudiar las condiciones que en el se establecen. Quedaron en seguir
manteniendo correspondencia a través del Embajador para ver si al final todos
estaban de acuerdo. Pierre se despidió amablemente de ellos y les pidió
disculpas por los días de retraso debido al nacimiento de su segundo hijo. El
Conde le felicitó por ello y estrecharon las manos pensando en llegar a un
tratado beneficioso para ambos Reinos.
El camino de vuelta fue por los Ducados de Gascuña y Aquitania. Pierre
quería mandar algunos mensajes a Enrique sobre lo que había negociado con la
Corona de Aragón. Paso por Burdeaux donde entrego copia de los documentos al
cónsul ingles. Mas tarde siguió hacia Poitiers para observar el Condado y ver
como se encontraba las cláusulas sobre el Tratado de Evreux. Parecía a simple
vista que todo estaba perfecto, la gente se consideraba francés, aunque
hubieran estado años bajo la bandera inglesa.
En Burdeaux Pierre se enteró de los problemas de Enrique III en el muro de Adriano , que había hecho que
marchara al norte con un ejército. Los escoceses no daban tregua a los
ingleses, y encima estos se apoyaban en los conflictos con los irlandeses. Las
negociaciones de George y Enrique no funcionaban. Además los Barones estaban
inquietos. El Rey había ido acumulando cada vez mas poder, contradiciendo la
Carta Magna firmada en 1215 por su padre Juan I. El Reino estaba teniendo
muchos problemas económicos y una fuerte hambruna generalizaba en todo el Reino
complicaba los ingresos en las arcas reales.
Esto se unía a que los Barones no atendían ya las indicaciones de Enrique y
George. El Rey Enrique III cada vez oía menos las indicaciones de ellos. Antes de partir hacia el muro reunió a la
Corte y informo de que el periodo de regencia había terminado. Enrique
de Burgh es nombrado Mariscal de Inglaterra y I Conde de Kent, mientras
que George de York es nombrado Duque de Seridane. Es tal el agradecimiento del
rey que los nombra Consejeros Reales vitalicios, pero eso habrá que demostrarlo
en la practica y no solo en los documentos.
Cuando Pierre se entera de ello piensa en los lazos políticos que puede
llegar a perder en Inglaterra si el Rey empieza a pensar mas por su cuenta que
en los designios de Inglaterra. El cargo de Mariscal era todavía importante, y
tenían que poner todo su potencial diplomático para firmar los tratados que
tenían entre manos.
Pero la llegada de Pierre a Paris coincidió con una buena noticia. EL Papa
Gregorio IX había promulgado la VI Cruzada. La entrada de los Bereberes en la
Península Ibérica había creado un estado de ánimo negativo en los caballeros
europeos. La perdida de territorios de Aragón y Castilla había trasladado de
nuevo la frontera a Navas de Tolosa, Extremadura y el Reino de Valencia. El
joven príncipe Jaime de Aragón se había embarcado hacia Mallorca pensando en su
expansión hacia el mediterráneo. EL Reino de Sicilia estaba en su mente y eso
incomodaba a Federico II. Para evitar dicho conflicto entre caballeros
cristiannos que mejor que embarcarse a principio de verano en Brindisi para
Tierra Santa. Como general del ejercito cristiano Federico II, con intereses
particulares ya que con su matrimonio con Yolanda de Brienne ansiaba la corona del Reino de
Jerusalén.
Para la preparación de la Cruzada se envían emisarios papales a cada uno de
los reinos, para reunir un ejército más numeroso posible. Por parte de
Inglaterra encabezaran la comitiva Ricardo de Cornualles (hermano de Enrique
III) y el Conde de Leicester. Por parte francesa Felipe de Orleáns (tío de Luis IX) Conde de
Bretaña. En representación de Castilla el infante Alfonso Señor de Molina y
Mesa. De Aragón el Vizconde de Barcelona Fransec. Federico II tendrá a su cargo
uno de los mayores ejércitos nunca visto para recuperar la Ciudad Santa.
La vida no daba tregua a Pierre, acababa de nacer su segundo hijo y no podía disfrutarlo como debiera. Mando un mensajero a Puy para informar de los últimos acontecimientos y su necesidad imperiosa de permanecer en París. La CRUZADA SANTA acababa de comenzar.
La vida no daba tregua a Pierre, acababa de nacer su segundo hijo y no podía disfrutarlo como debiera. Mando un mensajero a Puy para informar de los últimos acontecimientos y su necesidad imperiosa de permanecer en París. La CRUZADA SANTA acababa de comenzar.
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